martes, julio 05, 2005
Brasso y Silvo
Brecha es la otra campana. Si el lector quiere enterarse de la política internacional más allá de lo que pasa en EEUU, la lee, si quiere informase desde una subjetividad de izquierda, la compra. Es crítica, Brecha se lee y no se navega.
Se lee a pesar de su diseño no pensado para ser leído.
Este diseño tiene su punto más escabroso en las tapas con mensajes epidérmicos y pobre factura técnica.
En la tapa del 1º de julio de 2005 vemos un intento de poner en diálogo Batman Comienza con las campañas pro miedo de la centro derecha uruguaya.
La tapa es burda desde la idea, pero además el montaje es digno de una película clase B.
Los título se justifican a diestra y sinestra recorriendo una imagen triangular.
Es una pena convendría pulir la campana.
Encastre como el traste
Esta es una de las páginas centrales de la edición del viernes 1º de julio de 2005 del semanario Brecha, en la misma aparece un aviso invitándonos a una escapadita a Punta del Este. El aviso se presenta como un encastre que irrumpe entre las columnas ropiendo con la grilla del semanario.
No estoy seguro que este intento de la publicidad por destacarse, surta efecto, es molesto, interrumpe los ritmos de las revistas en forma disonante, como una nota desafinada.
Sí estoy seguro que no es una buena política editorial no separar claramente la información de la publicidad, estamos casi en los chivos televisivos.
La nota habla de los abusos sexuales de la iglesia y el aviso nos invita a una escapadita.
